viernes, 31 de julio de 2009

DE SUEÑOS RECURRENTES...


Cuando la noche cae, normalmente tod@s caemos con ella y lo hacemos para adentrarnos en otro mundo, una realidad alternativa que convive que la nuestra y que, curiosamente, se encuentra dentro de nosotr@s mism@s: el fascinante mundo de Los Sueños...

Fascinante, tremendamente complejo y muchas veces carente de sentido, lógico y coherencia. Cuando soñamos, nuestra mente queda en "stand-by" y nuestros pensamientos corretean por nuestro cerebro sin control ni criterio, a su total libre albedrío, generando muchas veces experiencias inconexas, absurdas y que no guardan el más mínimo sentido. Teniendo en cuenta la naturaleza de los sueños, podríamos decir que esto es algo de lo más normal: nos dormimos, no somos dueños de las acciones de nuestra mente y todo lo que hay guardado en ella hace y deshace como le viene en gana, sin que estemos nosotr@s controlando en plan censor, dando forma a lo que tenemos almacenado. Así pues, es lógico que los sueños no sean más que un cúmul0 de cosas inconexas guardadas en nuestro "disco duro" que, al no pasar por el filtro de nuestra lógica, se organizan aleatoriamente cuales jugos e ingredientes en una coctelera. Pero, mis querid@s niñ@s, ¿realmente creéis que es así? ¿De verdad los sueños son estúpidos e ilógicos por naturaleza, o en el fondo esconden un mensaje oculto, una expresión de nuestras emociones (buenas y malas) más escondidas en el fondo de nuestro ser, que se manifiestan en toda su libertad al no sufrir nuestro dominio? Aunque quizá los sueños son reflexiones, incluso avisos, todos adornados con una aparente absurdidad que en el fondo no es más que una metáfora de nuestros sentimientos, vivencias, de nuestra vida propia.

No será en esta morada donde divagaremos sin cesar sobre qué postura de las anteriormente expuestas es la correcta ya que opino que ningun@ tenemos, en el fondo, la respuesta verdadera (o probada científicamente). Cada cuál que crea lo que le parezca, yo simplemente me limitaré a exponer mi criterio y algunas de las vivencias en ese mundo alternativo que me han hecho forjarme esa opinión. Y es que bajo mi humilde razonamiento, creo que la verdad es que los sueños sí tienen algún significado oculto entre ellos, como si nuestra cabeza nos quisiera decir algo pero no directamente, si no de forma sutil y misteriosa, para que seamos nosotr@s mism@s los que lleguemos a una conclusión. Creo que los sueños son metáforas, expresiones mentales que bajo la consciencia reprimimos, pero que cuando entramos en su mundo actúan de forma salvaje. Y es que ya lo dije una vez, la primera regla de los sueños (y las pesadillas) es que no hay reglas. Evidentemente puede que no todos los sueños estén cortados bajo el mismo patrón; seguramente más de una vez soñaremos cosas que realmente no quieran decir nada, pero serán otras veces cuando nuestra cabeza nos susurre desde su particular desorden, advirtiéndonos, aconsejándonos o simplemente haciéndonos disfrutar.

Lo curioso de los sueños es lo reales que pueden llegar a parecer. Cuando soñamos, para nosotros todo tiene lógica y sentido, todo es normal por muy absurdo que en el fondo sea, y parte de esa convicción creo que viene de que los sueños no son como una película que se ve, si no que es algo que se siente. Cuando estamos en ese irreal mundo, sentimos que somos parte de él, notamos emociones, sensaciones, oímos voces, vemos a nuestro alrededor. No miramos bajo los ojos de otro protagonista, nosotr@s somos los protagonistas. Y eso es lo que hace la experiencia más intensa, inmersiva y, a veces, peligrosa. Sensaciones agradables, como soñar que volamos y notar cómo realmente es así, cómo sentimos que flotamos, cómo el aire golpea con fuerza nuestro rostro. O soñar con un chic@ que nos gusta, y que estamos con él / ella, haciendo posible aquello que a lo mejor en la realidad no puede llevarse a cabo (y por favor, que nadie piense sólo en los mecanismos eróticos de los que nuestro cuerpo tiene que tirar de vez en cuando para cumplir con ciertas necesidades biológicas; estoy hablando de sentir amor en sueños. Aunque, evidentemente, los sueños sensuales son otra vertiente bastante jugosa...). Sí, es maravilloso cuando soñamos algo placentero y notamos que esa fuente de placer existe (en nuestro sueño), y aunque a veces nos despertamos y pensamos "qué lástima, sólo era un sueño" otras veces la sensación nos hace levantarnos de muy buen humor.

Pero...

¿Y qué hay de cuando topamos con la otra cara de la moneda? ¿Cuando soñamos algo desagradable, algo que nos hace sufrir y pasarlo mal? Entonces los sueños ya no son tan bonitos y bucólicos, entonces es cuando entran en juego Las Pesadillas. Nuestros mayores temores, nuestros peores enemigos, todos se cuelan en nuestra parcela de desorden mental particular y tornan la experiencia en algo incómodo, angustioso y a veces aterrador. Aunque a veces lo peor no es tener estos sueños, si no sentir esas experiencias negativas, vivirlas como si realmente estuvieran pasando. Recuerdo haber soñado (porque creo que no existe el término "pesadillado", que sería más conveniente) con la muerte de un ser querido, y ser tan real la sensación de que esa persona nos había abandonado que, pese a después despertar y decir "¡Menos mal, sólo era un sueño!", levantarme con una sensación negativa en el cuerpo y tardar esta en irse un buen rato. Curiosamente en las interpretaciones de los sueños se dice que cuando soñamos con la muerte de un ser querido, en realidad le estamos "alargando la vida". ¿Ironía o una forma de disfrazar algo desagradable para que nuestra psique esté más tranquila? El que no se consuela es porque no quiere...

Como tod@s vosotr@s, estimad@s seguidores, he tenido infinidad de sueños, algunas maravillosos, otros asquerosos, unos vibrantes, otros deprimentes, unos cuántos cómicos, otros excitantes... Pero de entre todos ellos, hay uno que me ha impactado de forma especial: El Sueño Recurrente. Aunque es un sueño, en realidad han sido muchos sueños iguales, o el mismo sueño repetido una y otra vez, en diferente contexto, pero conservando su esencia. Y lo que me intriga / preocupa / molesta es precisamente esa recurrencia, ya que se trata de algo que cada X tiempo vuelve conmigo, como si quisiera recordarme algo. Padezco dicho sueño de forma cíclica, cuando menos lo espero lo vuelvo a tener, y aunque cada vez es diferente en su ámbito y desarrollo, su idea principal siempre está ahí y se repite, provocándome una sensación de angustia en el mundo de los sueños y de intriga en el mundo real.

Aparezco en un coche, sentado en el asiento del copiloto. Conmigo va la persona que conduce y normalmente alguien más en la parte de detrás, aunque no suelo recordar quiénes son estos últimos. Vamos por un camino de montaña, una carretera sinuosa de curvas, con giros pronunciados (tipo la carretera de las Costas del Garraf). El que conduce va a toda velocidad, tomando las curvas de manera brusca y rápida, y yo siento esa velocidad como algo negativo. "Frena un poco, que a mí estas curvas me dan algo de miedo", digo siempre. "Tranquilo, no pasa nada", me contestan siempre, y el trayecto continua hasta que en una curva, súbitamente, el conductor pierde el control y la fuerza de la velocidad hace que el coche salga de la carretera, lanzándose al vacío de un gran acantilado. Al momento, el miedo se apodera de mí y de mis acompañantes, noto cómo nos caemos, veo cómo gira el paisaje a nuestro alrededor y pienso "Voy a morir", y acto seguido vuelvo a pensar "Y esta vez no es ningún sueño, esta vez es de verdad". Al momento todo termina, y no sé deciros si al final muero o no, ya que supongo que si realmente lo hago no soy consciente de ello (no puedo ser consciente de mi propia muerte, se supone). Y esta esencia, atormentadora, se repite como un bucle cada cierto tiempo en mi vida. Unas veces es en una montaña, otras veces en una carretera costera, unas veces conduce mi padre, otras veces un amigo, unas veces caigo al vacío, otras veces al agua y noto como el mar me engulle, pero la idea siempre es la misma. Y no sólo esto, también la sensación, tan real e intensa que me hace pensar dentro del sueño que no es ningún sueño, que otras veces sí fue un sueño, pero que la actual no lo es.

Y es que me preocupa e incomoda el sueño y su realidad, pero me intriga y molesta que tenga que repetirse cada cierto tiempo, como si fuera un mensaje oculto, una advertencia o una llamada. ¿Qué es lo que quiere decirme mi propia cabeza, que tiene que utilizar este mensaje cifrado para darme el aviso? Evidentemente descarto el sueño premonitorio, tipo de sueño que ahora que pienso no he mencionado y en los que no creo para nada, ya que creerlos implica creer que el destino ya está escrito y esa es una idea que no me resulta lógica ni creíble. Vamos, que no veo este sueño como "en un futuro me mataré en un accidente de coche de esta manera". Mi querida amiga Nekoi (a la que mando un grandioso beso allá donde está ahora, haciendo realidad un sueño ^^) me dice que este sueño y los relacionados con coches y conductores simbolizan el rumbo de la vida, queriendo decir que si vamos en un coche y no conducimos nosotros es que nuestra mente expresa que la dirección de nuestra vida la llevan otras personas / decisiones y no nosotros mismos. ¿Quiere decir eso que mi mente me advierte de que no soy dueño y señor de mis vivencias y que, de seguir así, voy a acabar "estrellado"? Quién sabe...

Curiosamente, la última vez que tuve este sueño recurrente algo cambió. Todo empezó como siempre y tuvo el desarrollo de siempre hasta la parte en la que pronuncié mi queja al conductor por su exceso de velocidad y la peligrosidad que eso implicaba. A partir de ahí, el conductor me volvió a decir que no pasaba nada, que estuviera tranquilo, pero esta vez sí que realmente aflojaba la marcha, tanto que daba la sensación de que hasta un abuelete con bastón nos podría adelantar andando. Pero al final llegábamos tod@s sanos y salvos al destino. De la misma manera diferente, esta vez sí que recuerdo a los integrantes del coche, y recuerdo haber estado con mis amigos Nekoi, Mashiba y Keiko. La nota cómica y surrealista la puso el conductor, que no era otro que el tenista Rafa Nadal XDDDD (¿Y qué pinta este buen hombre en mi sueño, cuando a mí no me gusta el Tenis? Es un sueño, tiene que ser absurdo...). Fue reconfortante porque esta vez la cosa, por primera vez desde que tuve este sueño, tomaba un rumbo diferente y acababa bien. ¿Será una expresión del cambio que pronto sufrirá mi vida a nivel laboral / estudiantil y cómo mis nuevos amig@s han intervenido para que se produjera tal cambio? Aunque de ser así faltaría el gran Eisen, pero repito lo mismo: es un sueño. No tiene por qué ser coherente... Desde entonces aguardo a ver cuándo volverá a ser la próxima vez que tenga ese enigmático sueño, si es que lo vuelvo a tener otra vez, y cómo se desarrolla esta vez, si siguiendo la pauta tradicional o tomando el nuevo giro de la última vez.

Estoy cansado. Y por lo que observo, tod@s vosotr@s, mis apreciad@s infantes, también lo estáis. Ha llegado la hora de ir a cama, así que descansad y tened dulces sueños... O no...

sábado, 18 de julio de 2009

FUE UN DÍA CUALQUIERA...


Suena el despertador. Te levantas con la típica pereza que da el romper con el mundo de los sueños y avanzas con desgana camino del cuarto de baño a cumplir con la rutina diaria del aseo personal. Te vistes, terminas de espabilar y conectas con la realidad que te rodea: bien sean estudios, trabajo u ocio, otro día más que vivir y en el que hacer las típicas cosas a las que estás acostumbrado. Otro día normal, en el que no va a pasar nada que se salga de lo habitual, nada que pueda dejar huella en tu existencia... ¿De verdad? A lo mejor sí que pasa. De hecho, a lo mejor ya ha pasado, aunque es muy posible que no seamos conscientes de ello...

¿Alguien se ha parado alguna vez a pensar en el día en que, por ejemplo, decidió tomar una decisión importante en su vida, conoció a alguna persona clave en sus relaciones humanas o descubrió su afán y motivación por un tema concreto? ¿Qué sucedió ese día, que fue lo que hizo que las cosas se desarrollasen así? ¿Fue un encadenamiento de hechos que derivaron a una conclusión, fue algo preciso que pasó? ¿O fue algo que no tuvo la más mínima importancia, enmarcado en un día normal, pero que estaba destinado a girar nuestra vida en 360º?

A veces nos enfrentamos a nuestro día a día cotidiano y, cuando menos nos lo esperamos, nos sucede algo que, tiempo después, nos marca y queda como un antes y un después en nuestra existencia. Muchas veces suelen ser cosas importantes, evidentes, pero hay otras, que son las que quiero abordar en este entrada, que justo cuando suceden, no tienen importancia. Hechos normales, puede que irrelevantes, pero que acaban desembocando en algo muy grande. Y lo más curioso del asunto es que en el momento que nos pasan no somos capaces de pensar e imaginar en la magnitud que eso puede tener para nosotros en un futuro, ya que el hecho en sí no dice nada en el momento, si no que lo dice en un futuro, cuando ese "algo" ya se ha gestado y entonces nos paramos a pensar en "¿cuándo fue que todo esto empezó?"

Para que tod@s podamos comprenderlo mejor, unos cuantos ejemplos de lo que quiero decir. El día que conocí a mi pareja, la Srta. Aogiri Keiko, era uno de esos días normales, un día sin más importancia que el anterior en el que iba a hacer algo habitual y cotidiano: quedar con una amiga para charlar un rato. No sabía que ese día propiciaría un encuentro que cambiaría mi vida por completo. Ese día mi amiga vino acompañada de otra amiga suya, Keiko, y fue cuando nos conocimos. Y en ese momento ninguno de los dos era consciente de lo que ese encuentro tan normal iba a suponer para el futuro. Más ejemplos, el día normal en el que Keiko y yo íbamos a trabajar como cada día y que supuso el último para ella en aquella empresa (de la que no diré nombres) supuso en golpe por su despido, pero ninguno éramos conscientes de la importancia y repercusiones que eso acabaría teniendo a la larga, hecho que ha supuesto la semilla de mi reciente ingreso en la Universidad para cambiar el rumbo de una vida laboral que no está a la altura de mis expectativas. Y tras pasar muchos años buscando a aquell@s que representasen el verdadero ideal de amistad, el día en que encendí mi ordenador, conecté el Messenger y me encontré con que una tal Nekoi me añadió a su lista de contactos, el hecho no tenía más importancia que la de "ah, un@ más del Messenger". En aquel momento mi cabeza no alcanzaba a comprender que las circunstancias me habían hecho encontrarme con mi mejor amiga, de la misma forma que yo hice inconscientemente cuando leí un post de un foro de manganime de un chico de mi mismo pueblo llamado Eisen.

Todos estos ejemplos sacados de mi experiencia personal no hacen más que ilustrar lo que quiero transmitir, que hay días que nos parecen normales, en los que hacemos lo de siempre y aparentemente no sucede nada que se salga de lo común; sin embargo sí que sucede, se siembra una semilla que está destinada a cambiar muchas de nuestras vivencias de manera radical. Tanto para bien como para mal, que conste, que también podemos sembrar tempestades sin darnos cuenta. Aunque lógicamente uno siempre prefiere recordar los buenos momentos antes que los negativos.

Porque los negativos y sus consecuencias siempre nos hacen volver al pasado y pensar "si yo no hubiera hecho esto si no aquello", como si el no haber tomado aquella decisión en particular nos asegurase que entonces ese hecho no habría sido negativo si no totalmente positivo. Es curioso como tendemos a imaginar que cuando nos hemos equivocado en algo no lo hubiéramos hecho de haber escogido otro camino, cuando a lo mejor nos hubiéramos equivocado igual o nos hubiéramos quedado tal y como estábamos. Tendemos a buscar consuelo en los "y si..." dando por hecho que siempre hemos escogido la peor opción. Y evidentemente algunas veces será así, pero estoy seguro que otras no. Afortunadamente nunca acabaremos de saber lo buena o mala que puede ser una decisión ya que no habrá forma de volver atrás y deshacer los cambios. Las cosas avanzan como avanzan, para bien o para mal, y refugiarse en los "What If" como lamento no es solución. Y es que aunque lo suyo es que todas las decisiones sean positivas y correctas dentro de nuestras intenciones, también deben salir las cosas mal algunas vez para que aprendamos cómo no debemos hacerlas la próxima vez. A fin de cuentas, como leí una vez en un cómic, "Un hombre llama experiencia al conjunto de sus errores cometidos". Y por muy bien que queramos hacer las cosas, como decía una canción de Queen, "'cause into every life a little rain must fall".

Al final he divagado un poquito y me he ido de un tema a otro, mis disculpas, queridos niños. Después de este rato de filosofía urbana, cerrad la página del navegador en el que sale reflejado este blog y seguid con vuestro quehaceres diarios. Pero atentos... A lo mejor hoy puede ser uno de esos "días cualesquiera" en los que "no pasa nada fuera de lo habitual" y os sucede algo que os marcará profundamente. Quien sabe, a lo mejor hasta ya os ha sucedido, y tardaréis un tiempecito en daros cuenta, cuando ese cambio se presente en vuestras vidas y un día os de por pensar "¿Cuándo comenzó todo?"...

lunes, 13 de julio de 2009

Tío... ¡Me encantan los ninjas!


Los Ninjas... Los míticos guerreros de las sombras de Japón, frutos de mil y una leyendas, fábulas y todo tipo de historias fascinantes. Criaturas de la noche, que se mueven furtivamente en la oscuridad dispuestos a dar su golpe letal en el momento exacto. Luchadores, magos, pensadores, capaz de hacer posible lo imposible. Uno de los iconos más reconocibles a nivel mundial del país del Sol Naciente. Me encantan. Y lo mejor del asunto es que si me pongo a pensarlo, no sé ni por qué. ¿Será por ese aura de misterio y mito que los rodea? ¿Tal vez por su estética e indumentaria? ¿Su refinado armamento, proveniente de una época donde las batallas no se ganaban a golpe de botón y misil al canto, como ahora? ¿Porque son de Japón, y (casi) todo lo de allí me gusta? Quizá es por un poco de todo esto. O quizá por nada de esto en absoluto. A estas alturas todavía no he podido, mis queridos oyentes, encontrar una respuesta satisfactoria. Pero lo cierto es que, desde que alcanza mi memoria en mi vida frikil, los ninjas siempre han estado ahí para mí como algo que, claramente, ME MOLABA. Sin lugar a dudas, de todos los tipos diferentes de luchadores y guerreros que han habido durante todas las épocas de la historia de la Humanidad, el ninja siempre ha sido mi favorito, aquél que uno de niño ansiaba ser, poder esconder el rostro bajo la negra máscara, empuñar una katana y hacer mil y una piruetas imposibles para acechar desde las sombras.

Imaginaos, fascinados lectores, que cuando mi madre me compró mi primera figura de G.I. Joe, los míticos muñequitos militares, mi elegido no fue un aguerrido marine o un duro boina verde, sino que fue... ¡Un ninja! En aquella época, tras observar la larga lista de personajes que tenía a mi antojo en el álbum de cromos de los Phoskitos XD me encadiló Jinx, ninja rojo armado con un bastón y un par de katanas. Como anécdota al evento decir que Jinx en realidad era una ninja y no un ninja, cosa que descubrí cuando saqué la figura de la caja y vi que aparte de tener las uñas pintadas de rojo (¿camuflaje ninja? XDDDD ) poseía un par de protuberancias en la zona pectoral propias de nuestras adoradas mujeres. Me quedé un poco chof!, ya que antes de tener la figura cuando jugábamos a G.I. Joe en persona yo era Jinx (y no era de la acera de enfrente), pero daba igual, yo tenía lo que quería, tenía a mi ninja! :oD Después de Jinx llegarían otros guerreros de las sombras que cautivarían, desde mi infancia hasta mis edades actuales, mi corazón. A ell@s va dedicada este entrada, no en plan "estos son los mejores ninjas de la historia" sino "estos son los mejores ninjas de MI historia". Va por vosotros, senseis:

· STORM SHADOW / SNAKE EYES: Y empezamos (o seguimos, según como se mire) con G.I. Joe, franquicia militar donde nuestros amigos tenían una importancia bastante considerable (no en vano a Larry Hama, autor de las fichas de los personajes y del cómic-book también le apasionaba el tema). Snake Eyes es posiblemente el Joe más popular de todos, ya que es al comando Joe lo que Lobezno es a los X-Men: el personaje que acapara todas las miradas. Silencioso, con un pasado trágico y un rostro enigmático siempre oculto bajo su máscara, es una mecla entre militar y ninja, un máquina como hay pocos, con un diseño y carisma insuperables. Aunque... Pese a que el hombre me ENCANTA, mi predilección siempre ha estado hacia la otra cara de la moneda, Storm Shadow, Tomisaburo Arashikage, su hermano de clan afiliado al comando enemigo, Cobra. Anteriormente hermanos, los dos personajes estarían destinados a enfrentarse una y otra vez, pese a que Storm Shadow en realidad no era malo, sino que estaba con los Cobra para averiguar quién fue el asesino de su tío (el sensei de ambos). La imagen que acompaña la figura original de Storm Shadow representa mi ideal de diseño ninja clásico, porque en su simpleza recoge la esencia del icono y encima le añade un toque original (el traje de Storm Shadow es completamente blanco). Cuando compré su figura versión 25 aniversario, no os podéis imaginar mi satisfacción al sostener ese blister mítico que tanto había ansiado de pequeño...

· LAS TORTUGAS NINJA: Los cuatro quelonios con antifaz marcaron una verdadera etapa en mi vida. Dibujos animados, figuras, videojuegos, cromos... Aquella época fue muy GRANDE! De pequeño mi favorito era Leonardo, me encantaba su armamento (dos katanas, aunque técnicamente serían dos kodachis) y su carácter, sereno y responsable, aunque ahora de mayor creo que me identifico más con Raphael (¡que ojo, que Leo me sigue encantando!). Aunque defensor del bien como sus hermanos, Raph tiene un lado oscuro, una bestia interior que a veces le domina, le hace estallar de ira y hacer cosas de las que al final se acaba arrepintiendo (como yo, vamos XD ). Además, sus armas, los dos sais, también son la repera! De pequeño disfruté con la versión infantiloide que estaba de moda en la época (aunque a veces fuera demasiado infantil hasta para un niño que quería ver dibujos animados con más hostias, menos mal que luego llegó la peli de imagen real y vi galletos a mansalva! ^^) y de mayor he descubierto el cómic original que les dio vida, más serio, adulto, violento y oscuro que aquella adorables tortugas de pañuelos de colores (que se sepa, en el cómic original TODOS llevaban el antifaz rojo, lo cuál era un lío de $%&/@ para identificar qué tortuga era cuál cuando no llevaban arma, motivo por el que se les dotó de "un color para cada uno"). Ah, y mención especial para su enemigo, Shredder, con uno de los mejores diseños de malo que conozco.

· SHINOBI: Una de las franquicias más míticas para los retrogamers de Sega y más injustamente olvidadas por algún motivo desconocido (junto con Streets of Rage y Shenmue) en la actualidad, Shinobi era meter el mito ninja de forma directa en los circuitos de la consola. Normal que fuera mi primer juego comprado junto con el de cierto erizo azul. Disfruté mucho la conversión del arcade original para Master System, pese a antojarse algo difícil para el niño rookie de los videojuegos que yo era en aquella época (incluso hoy en día tiene su punto de "mecagüentóquéchungo!"). Una vez pasados a estándares superiores (Mega Drive ^^ ) aluciné con sus versiones, The Revenge of Shinobi, Shinobi III: Return of the Ninja Master y el spin-off Shadow Dancer (era Shinobi vestido de blanco con un lobo). Gráficos de infarto, música cojonuda (del maestro Yuzo Koshiro, el de Streets of Rage!) y jugabilidad dura de roer. Ni que decir tiene que he pasado incontables horas con Joe Musashi dándole amor a Neo Zeed y sus esbirros, siendo en la tercera parte de las aventuras del hombre donde más he disfrutado. Creedme, Shinobi III es un Must-Have-de-la-Hostia, un clásico de esos que cuanto más envejece más salud gana. Aahh, esa pantalla haciendo surf con una tabla autopropulsada. Y los ninpos... Astonishing!!!

· TENCHU: Y seguimos en el ámbito videojueguil, ya que Tenchu llevaba el mito ninja un paso más adelante. Y es que si el anterior era el perfecto arcade de ninjas, Tenchu es el perfecto simulador de ninja (pese a lo que digan los detractores, que me la sopla). Más que por los personajes, que eran muy buenos (Rikimaru y Ayame), en Tenchu era el hecho de que tú realmente te sentías un ninja de verdad. Tenías que trepar paredes, esconderte entre las sombras, acabar con tus enemigos con sigilo, utilizar todo tipo de artilugios ninja a cada cuál más original (mi favorito de siempre, la bola de arroz envenenada) y cumplir variadas misiones por todo el Japón feudal. Vale que ahora sus gráficos poligonales 32-bit son poco realistas y que la IA de algunos enemigos era de risa (el típico que dormía, se levantaba si caías a su lado y pasando de ti se volvía a dormir, o el que se quedaba clavado andando contra una farola, que lo matabas por imbécil XD ), pero en aquella época, si de verdad querías sentirte en la piel de un ninja, nada como apagar las luces, ponerte los auriculares y quitar la música para dejar solo los sonidos FX. Sentir las pisadas en la nieve en medio del frío de la noche mientras acechabas para atacar... Y por cierto, increíble su banda sonora, del amigo Noriyuki Asakura, el mismo que hizo la BSO del anime de Rurouni Kenshin (cuando me enteré entendí por qué la música de Kenshin siempre me sonaba a Tenchu XD ).

· NARUTO: A estas alturas, ¿queda alguien que no conozca Naruto? Aunque lo más indicado sería decir ¿queda alguien a quien no le guste Naruto? Bueno, no, que si no saltará el amigo Eisen diciendo "a mí noooo, y no soy ningún bicho raro por ello!". No nos pongamos extremistas ;oP Te gustará o no, pero al joven Naruto Uzumaki y a toda su tropa de shinobis de Konoha (y otras poblaciones) hay que reconocerle el mérito de haber generado un fenómeno sólo visto anteriormente en Dragon Ball a base de una serie... ¡Que ni siquiera se publicaba aquí de forma "legal"! Recuerdo aquel Salón del Manga en el que todo el mundo iba disfrazado de personajes de la serie porque tod@s estaban enganchados viéndola fansubeada a través de Internet. Lo que hace el boca a boca, la mejor publicidad del mundo... Naruto fue un auténtico vicio en muchos aspectos, no sólo en el manga y en el anime (esos juegos de Game Cube que son INCREÍBLES!!) y sigue siendo una de mis series favoritas y que sigo actualmente. Que sí, que al tener tanto éxito en todos lados a muerto un poco de éxito y hemos tenido que soportar bajones de calidad importantes y rellenos de pegarse un tiro (como el episodio del Rasengan para hacer fideos) y que la masiva popularización de la serie puede haberle hecho más mal que bien, pero aún así se trata de una serie divertida, original, dinámica, que toca muchos grandes valores como la amistad y el compañerismo, que tiene un plantel de personajes con un gran carisma, que goza de unos combates impactantes, demoledores y diferentes y que, hasta que concluya, sigue levantando pasiones!! Dattebayo!! ^^

· NINJA GAIDEN II / RYU HAYABUSA: Pese a que este jovenzuelo lleva dando guerra en las consolas desde las 8-bit (recuerdo la portada del Ninja Gaiden de Master System ^^) ha sido en la "nueva generación" donde ha pegado el campanazo supremo bajo mi gusto. Y es que Ninja Gaiden II es uno de los mejores juegos que tiene el catálogo de la blanquita de Mocosoft, un juegazo con el espíritu de los antiguos pero con todo el poderío de la actualidad. Acción desenfrenada y sin límites, armamento de todas clases y colores, magias por un tubo, enemigos demoníacos, acrobacias imposibles, un apartado técnico de lujo y un diseño de personaje que deslumbra! Si Storm Shadow es mi diseño de ninja clásico favorito, Ryu Hayabusa goza del mismo privilegio como ninja moderno. Recuerdo la primera pantalla del juego, cuando Ryu sube a lo alto de un edificio y contemplando una panorámica del Tokyo futurista echa a correr y se lanza al vacío para impactar contra una ventana y entrar en una habitación infestada de enemigos en plan "sus-voy-a-crujir-viiiiivoooooos". Fantasmagóricamente impresionante!!! Ah, y mención especial para ese desconocido e infravalorado (que hace poco lo vi a 10€ en el FNAC XD ) Ninja Gaiden DS, juegazo que aprovecha las posibilidades de la doble pantalla y la táctil como pocos hacen!

Hasta aquí el repaso de los lanzadores de shurikens. Ahora ya sabéis cuáles son "mis" ninjas. Y para tod@s aquell@s que tienen costumbre de pararse por estos lugares a leer un rato y escribir cuatro cosas decirles que me gustaría también conocer cuáles son "sus" ninjas, si es que los tienen, y así poder intercambiar conocimiento sobre estos atractivos caminantes de las sombras. A ver si entre tod@s puedo averiguar qué es lo que me gusta tanto de los ninjas. Porque ahora mismo, tras haber escrito, lo único que sigo sabiendo es que... ¡Tío, me encantan los ninjas!

viernes, 3 de julio de 2009

Friends WILL BE Friends?


Según consulto en el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra Amistad tiene esta definición: "Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato". De este enunciado se deduce que un Amigo es una persona con la que mantienes este tipo de relación, pero vamos a pararnos a pensar un momento: ¿Realmente es así siempre con todas las relaciones humanas?

La palabra Amigo suena bien, con poderío y contundencia, decir "tengo Amigos" es algo que a uno siempre le trae buenas sensaciones. Pero creo que, a mi modesta opinión, es una palabra que en los tiempos que corren se está ninguneando bastante y está perdiendo mucho de su valor inicial; es un vocablo con el que se generaliza cuando no se debería. Parece que cualquiera cree tener el derecho de llamarse Amigo de otro. Tienes Amigos en el trabajo, Amigos para salir de diversión, Amigos para disfrutar de aficiones, Amigos para que te hagan favores... Parece que todo aquel con el que intercambias cuatro palabras amables ya tiene que gozar de ese privilegio, como si se hubiera colgado una medalla. Y creo que muchos han olvidado lo que realmente significa esta palabra y el valor que debe atesorar aquél que es merecedor de ella.

Está claro que somos animales sociales, y que relacionarnos con la gente es algo innato en tod@s, independientemente de lo abiertos de carácter o tímidos que seamos. Bien sea por la naturaleza humana o por como está montada la sociedad, nos vemos casi obligados a comunicarnos con la gente, a establecer diferentes vínculos con ellos y a crear un microcosmos personal con aquellas personas que nos rodean. Y como en todo orden social existen diferentes clases sociales, creo que con la gente que forma ese microcosmos personal de cada uno deben hacerse también distinciones. Porque está claro que no es la misma relación la que puedas tener con una persona con la que sólo hablas por Messenger, que la que tengas con un compañero de trabajo o clase o la que tengas con aquella(s) persona(s) con las que compartes tu tiempo libre. Y algo que es tan obvio no todo el mundo es capaz de ver, y son estas personas las que, con mejor o peor intención, van adjudicando la palabra Amigo a troche y moche, haciendo que la fuerza que este concepto encierra se debilite más y más en nuestros tiempos actuales.

Existen muchos ejemplos de trato que mucha gente consideraría Amistad: Gente que se relaciona por un interés común, por pasar un rato divertido juntos, pero que a la hora de la verdad hace cada uno su vida sin contar los unos con los otros. También tendríamos que contar con aquella gente que hace Amigos por Internet y sus innumerables vías de comunicación, limitándose a relaciones virtuales con gente a la que no han visto en su vida, basadas todas ellas en estar delante del ordenador. Es curioso como en los tiempos en los que existen más vías de comunicación con la gente que nunca, dichas vías suelan utilizarse muchas veces de forma superficial. No nos olvidemos de aquella gente que se ve forzada a compartir un tiempo juntos por su trabajo, sus estudios, su medio de transporte, etc., pero que cuando este nexo de unión desaparece, lo hace también la relación. Y esto por citar sólo unos pocos, porque ejemplos los hay a patadas. Pero, no nos engañemos, ninguna de estas relaciones tiene que ver con lo que significa realmente tener un Amigo. "¿Y qué pasa con estas relaciones, acaso son malas o negativas?" Seguro que muchos se harán esta pregunta. No, claro que no, sin contar con la del oportunismo y el aprovechamiento, el resto son relaciones totalmente válidas y que veo muy positivas para desarrollar diferentes aspectos de la comunicación personal. Lo que pasa es que considero impropio e injusto que se utilice la palabra Amistad con esa alegría, cuando se trata de algo que requiere un gran esfuerzo, sacrificio y dedicación por parte de las personas que componen una relación así. 

Y es que un Amigo no es sólo alguien con quien compartir una charla, una afición, un rato divertido. No es sólo alguien a quien pedirle algo prestado, alguien que necesitas que te haga un favor. No es sólo alguien con el que compartes un horario. Bajo mi criterio personal un Amigo, pero uno DE VERDAD, es alguien con el que puedes tener alguno de los puntos enunciados antes, o incluso todos ellos, pero cuya relación no se queda sólo ahí, si no que va mucho más allá. Un Amigo es alguien con quien uno puede ser como realmente es, expresando su verdadera naturaleza, siendo aceptado como un igual. Es alguien que goza de una confianza especial, de un trato más exquisito que el de la media. Es alguien por quien no importa hacer sacrificios o esfuerzos, porque sabes que te los va a reconocer, agradecer y valorar en su medida, devolviéndolos cuando sea necesario. Es alguien que está disponible para cualquier problema, para dar ánimos y ayudar cuando es necesario, aunque su ayuda simplemente consista en hacerte saber que está ahí, sin más. Es alguien que te conoce muy bien, a veces mejor incluso de lo que uno se conoce a sí mismo. Es alguien que día a día se lo curra, que forja una relación a fuego, que no sólo se conforma con "llegar a la fama", sino que lucha por mantenerse en ella y no decaer. Es alguien cuyo nombre ya te hace sonreír, y cuyos momentos compartidos contigo te hacen ser feliz. Es alguien que, aunque no nos demos cuenta, es parte de uno mismo, una parte muy importante, vital, una parte sin la que estaríamos algo vacíos y que cuando te acostumbras a tener resulta imprescindible.

Así que, para cuando os toque estar en vuestro entorno, fijaos si realmente tod@s los que consideráis vuestros Amig@s cumplen con todo lo dicho, o al igual que mucha gente, estáis generalizando y dando méritos a quien no se lo merece, quitándoselos a quien día a día lucha por estar ahí. Porque llamando Amigo a todo aquel que nos rodea en los diferentes momentos de nuestra vida estamos faltando al respeto de aquellos que de verdad son merecedores de llevar dicho título con la cabeza bien alta. Al resto, llamadlos "colegas" o "compañeros", pero no Amigos. Porque tener un Amigo es un lujo, y poder decir que somos el Amig@ de alguien un privilegio.

"¿Pero realmente existe gente así? Todo lo que explicas está muy idealizado, no parece que pueda ser verdad". Creedme, yo me he tirado muchos años pensando así, creyendo que un Amigo entraba más en el catálogo de sucesos paranormales que pueden verse en Cuarto Milenio que en algo real. Muchos años de desengaños, decepciones y una pérdida de fe cada vez más constante. Y es que he olvidado mencionar que conseguir un Amigo no es algo fácil. De hecho, es algo muy, muy difícil. Es algo que puede dar muchos quebraderos de cabeza, que puede hacérnoslo pasar mal y que puede llevarnos mucho tiempo. Pero una vez que se consigue... Es una sensación realmente difícil de explicar. Porque una vez lo tienes, forma parte de tu vida hasta tal nivel que parece que no podrías continuar si no estuviera ahí contigo.

Ya os digo que me ha costado MUCHO poder alcanzar el verdadero significado de la Amistad. Pero puedo decir, con orgullo, que al final lo he conseguido. Y es algo que le deseo a todo el mundo, que descubran la verdadera esencia de la palabra, la que la hace poderosa y positiva. Una sensación como pocas, la verdad...

Así que, como no podía ser de otra manera, esta entrada va dedicada a tod@s aquell@s que estáis en mi microcosmos, mi pequeño jardín particular, y que con méritos propios encajáis en mi personal concepto de Amistad, tod@s aquell@s a los que tengo el honor de poder llamaros mis Amigos. Y es que sin vosotros y vuestra compañía no hubiera disfrutado de tantos y tantos ratos buenos. Sin vosotros y vuestras formas de ser no hubiera podido ver que la vida puede mirarse desde distintos ángulos y que hay muchas maneras diferentes de enfocar las cosas. Sin vosotros y vuestro apoyo hubiera tirado la toalla en más de una ocasión. Sin vosotros y vuestras "broncas a tiempo" hubiera cometido muchos más errores de los que normalmente ya cometo. Sin vosotros, simplemente, no me sentiría tan vivo como lo estoy ahora. Así que a la pregunta que da título a esta entrada sólo quedaría hacer un "Raise your Fist and Yell: Yeeeeaaaahhhhh!!!

Y no hace falta que de nombres porque, mis querid@s niñ@s, ya sabéis quiénes sois.