viernes, 20 de noviembre de 2009

FOR THOSE ABOUT TO ROCK...


Pocas cosas hay sobre la faz de este mundo que me produzcan el torrente de sensaciones que me causa la música Rock. Es algo difícil de plasmar sólo con palabras, como suele pasar con la mayoría de las vivencias. Me apasiona. Me alegra. Me llena de energía. Me excita. Me ENCANTA!!

Como todo hijo de vecino hubo un tiempo en que la música era algo totalmente ajeno a mi persona, hasta que poco a poco se fue despertando ese gusanillo en mí. Como normalmente suele pasar se empieza escuchando la música "que ponen los demás" y uno va encontrando melodías que le hacen más o menos gracia, dejándose arrastrar por los gustos de la gente que lo rodean hasta que la consciencia musical individual se despierta y trata de labrarse su propio camino. Fue cuando era más joven que esa consciencia despertó en mi interior, y aunque durante unos añitos estuve en esa fase de "ir escuchando en base a los que escuchan otr@s" no fue hasta que voluntariamente decidí comprarme mi primer disco que el germen nació, y fue creciendo hasta el momento en que, voluntariamente también, decidí coleccionar los discos de un mismo artista y completar mi primera discografía. Ése fue el momento clave, cuando realmente la afición musical se asentó y dijo "he llegado para no irme". Y desde entonces...

Al principio mis gustos estaban entre el rock y el pop, el segundo como complemento y alternativa del primero, en el que a veces se daban cita artistas bastante dispares entre ambos géneros, pero ya empezaba mi clara preferencia por el primer estilo. Si pensaba en el tiempo que pasaba escuchando a unos y a otros, siempre ganaban los del primer bando, y si pensaba rápidamente en qué canción escuchar, qué disco poner o qué grupo dejar que me alegrase el día, también ganaban siempre los rockeros. Y fueron pasando los años, mi catálogo auditivo se fue acumulando, mi colección de discos aumentando, mi pasión por ciertos grupos y cantantes creciendo y mi gusto musical, por otro lado, exclusivizándose y radicalizándose. Y en esta etapa nos encontramos, que años después de haber puesto mi primera cinta de cassette (imaginaos si os hablo de tiempo) y haber escuchado las primeras notas, mi gusto por el género rock se ha convertido en prácticamente exclusivo.

¿Y es que no sé escuchar otras cosas? Claro que sí, aunque a las que dedico casi toda mi atención giran en torno de esta música: baladas, blues, incluso canciones con toque más pop y bailable, pero todas bajo la sólida base de rock, el esqueleto compuesto por la estructura que forman la guitarra, la batería, el bajo y la voz del/la cantante. No es que repudie otros estilos, principalmente la música pop y la música clásica (lo siento por el dance, el flamenco y otras variedades estilísticas!), pero es música que escucho en, digamos, "otros momentos". Cuando estás en casa haciendo algo y necesitas música de fondo, cuando estás en algún ambiente concreto... Música pop de los 80, baladas lentas y melódicas, bandas sonoras... Música que claro que me gusta y que alguna vez escucho... Pero no es la música que me apasiona, que me hace vibrar, que me reporta tantos sentimientos: No es la música que VIVO.

Oír los acordes veloces y salvajes de la guitarra, las notas que te tocan las fibras del alma, el resonar potente y salvaje de la batería, las ricas voces de los cantantes, llenas de fuerza, carisma y energía... Habría tantas formas de decirlo, y todas en el fondo tan poco fieles a las intensas sensaciones... Es como una inyección de adrenalina, un subidón de energía como ninguno. Por las mañanas, cuando voy medio dormido a mis ocupaciones diarias, no puedo ponerme en acción si no es con el iPod insuflándome poder auditivo por los auriculares. De hecho tengo la malsana costumbre de no saber ir a ningún sitio si no es escuchando música (cuando voy solo, se entiende). Y siempre música rock, por supuesto. Como decía, escuchar rock por las mañanas enciende la llama en mí que me hace funcionar, me espabila más que el café matutino, en serio. Caminar por la calle escuchando a tu(s) grupo(s) favoritos esas canciones que me hacen estremecerme es algo impagable. Ando con mucho ánimo, me siento feliz y contento, con ganas de comerme el mundo; noto como mi sangre hierve, como en mi pecho se generan un cúmulo de sentimientos que me convierte en un volcán a punto de erupción deseando explotar. Mi mente se evade de todo, si estoy en baja forma anímica o he tenido algún disgusto mi corazón contraataca refugiándose en la música rock, viviéndola con intensidad, dualizándome con ella hasta que siento la melodía como si fuera mía, las notas recorriendo todo mi cuerpo, la energía, el poder, la fuerza y la pasión de los músicos que no sólo tocan, viven y son uno con su música y conmigo mismo. Es algo salvaje, algo tribal. Como un grito de guerra, como un himno, mi particular manera de sentir "Nadie va a hundirme, nada va a deprimirme porque esto me llena de vitalidad y me hace adorar estar vivo". Mi imaginación comienza a volar y de golpe Shinobi Aoyama está ahí, en medio de un gran estadio, cantando para miles de personas, animándolas y compartiendo ese sentimiento con ellas; está tocando la guitarra, fascinando y excitando al público con complicados y dinámicos solos, con riffs frenéticos y animales; está ahí machacando la batería, haciéndola resonar como los pasos de un mastodonte, retumbando con la energía que deben tener los latidos de un corazón salvaje, libre y desbocado. En esos momentos Shinobi Aoyama no está en este mundo, está en uno de sus tantos mundos oníricos donde él es la estrella, donde nadie puede herirle ni nada puede hacerle daño, donde sólo importa el sentimiento, la pasión y la energía de una música que es legendaria.

Y cuando estos viajes a otros mundos se pausan hasta que volvamos a poner el siguiente disco, siempre tenemos toda la parafernalia relacionada con el medio: las vestimentas (adoro las camisetas de grupos de rock!), los pósters, los conciertos en DVD, las figuras de mis grupos favoritos, los libros, el merchandising en general, los propios discos en particular... Como podréis imaginar, no soy persona de escuchar sólo bajando música por Internet; todo lo contrario, nada puede compararse a tener la discografía de un artista que te apasiona de forma física, con sus discos, sus libritos y su arte, sus ediciones especiales, su iconografía adornando parte de mi estantería... Mucha gente quizá no alcance a comprender el sentido de esto cuando a fin de cuentas la música se puede descargar gratis de cualquier programa P2P. Bueno, quizá los que os preguntéis el sentido de comprar los discos quizá os tendríais que preguntar también por la música que escucháis y hasta qué punto la amáis y os hace sentir lo que a mí me hace sentir la mía.

Sí, la mía, porque aunque yo no la creo ni la invento, la vivo y la hago partícipe de mi existencia, tanto por los momentos generales que ya he comentado antes como por los particulares en los que una canción o un disco determinado tienen un significado, un sentido especial en un momento concreto de mi vida, una relación creada que luego siempre se recuerda cuando se vuelve a escuchar esa melodía. Es una de las gracias del medio, vive contigo, marca momentos de tu vida y te hace querer seguir viviendo con más energía y optimismo.

Nótese que todavía no he hecho mención de ningún artista o grupo en particular. Obviamente tengo los míos, mis llamados "Dioses" y sus "apóstoles", como tod@s deben de tener. Y dentro de la música es gusto es algo muy personal, con lo que es normal que creamos que la gente que nos gusta son los mejores. Y de hecho así es, son los mejores, al menos para uno mismo. Y es a ell@s a los que quiero dedicar esta entrada: a Queen, a Kiss, a B'z, a Alice Cooper, a Mötley Crüe, a Guns 'n Roses, a Whitesnake, a Led Zeppelin... Y la lista prosigue. Incluso a aquellos a los que todavía no he escuchado o que no son de mi agrado pero contribuyen a que el legado perdure y que, pese a la decadencia musical existente en estos tiempos que corren, hacen que la llama siga ardiendo con la misma pasión y fuerza que al principio. Virtuosos de la guitarra, bestias pardas de la batería, creadores de himnos, mitos y leyendas, líderes con carisma para ganarse el favor de miles de personas... A tod@s aquell@s que rockeais y nos hacéis rockear. Creo que nunca os podremos estar lo suficientemente agradecidos.

Al final un único mensaje, algo que lo resume todo. So, my little children, raise your fist and YELL: ROCK AND ROLL ALL NITE AND PARTY EVERY DAY!!!!!

HE's BACK (the MAN behind the mask...)


Largo tiempo ha discurrido desde la última vez que cerré los ojos y me sumergí de lleno en Mi Pesadilla, explorando los mundos oníricos como un explorador en la selva. No fue premeditado, durante todo este período diversos cambios han sacudido mi vida, la mayoría para bien, alguno pequeño para mal, creando una nueva etapa, un nuevo capítulo en el libro personal de mi vida, una etapa llena de novedades: sensaciones, sentimientos, gente, lugares, vivencias... Durante todo esta fase de readaptación apenas he tenido tiempo para recostarme con calma, cerrar los ojos y sumergirme de lleno en Mi Pesadilla y soñar en ese mundo que vive en mi interior y que de forma totalmente aleatoria comparto con tod@s vosotr@s. Pero como hay viejas costumbres que nunca deberían perderse, simplemente escribir unas pequeñas líneas para dar un pequeño mensaje...

HE VUELTO...

Algun@s se alegrarán de tal noticia, otr@s lo lamentarán, pero para disfrute de los primeros y desgracia de los segundos Shinobi Aoyama, vuestro guía en Mi Pesadilla, vuelve con energías y ánimos renovados, con ganas de entretener con sus escritos a tod@s aquell@s que dispongan de un momento de atención de su valioso tiempo para dedicarme. Vuelvo, y vuelvo como una bestia salvaje, con ganas de comer antes de ser comido, con viejas heridas cicatrizadas a fuego, sin normas, sin reglas, sin que nadie me detenga: como bien dice el estribillo de una de las geniales canciones de SONIC BOOM, el nuevo disco de la banda más caliente del mundo, KISS:

I'm a lion (I'm a lion), in the street (in the street)
Made of fire, made of heat
I'm an animal and I'm free
No rules (no rules), no bounds (no bounds)
Nothing's gonna hold me down
I'm an animal and I'm free

Como de costumbre sólo el destino sabe cuándo y cómo mi camino se cruzará con el vuestro, mis queridas víctimas, así que os recomiendo que estéis atent@s a cualquier cambio que se pueda dar en Mi Pesadilla: ya sabéis que estamos en un mundo de soñadores, un paraíso onírico donde la inspiración viene en cualquier momento y los cambios acontecen desde el interior, desde lo inesperado.

Sólo tened por segura una cosa: El Hombre Detrás de la Máscara ha vuelto y es un animal sin reglas, sin heridas, al que nadie va a tumbar de nuevo. Un animal libre y sediento de sangre. VUESTRA sangre, por supuesto...

See you later...

sábado, 12 de septiembre de 2009

BACK TO SCHOOL...


Las vueltas que da la vida nunca dejarán de sorprenderlo a uno. El año pasado a estas alturas yo dedicaba mi vida laboral (aquella franja horaria en la que cambiamos nuestro tiempo por dinero) a estar en un centro comercial perteneciente a una empresa de logo con motivos triangulares verdes cuyo nombre no mencionaré pero que tiene gran importancia en este país (aunque la mayoría de las veces me pregunte por qué). Mi transcurrir diario era monótono y cotidiano; tras varios años "en el ajo" ya tenía la sartén por el mango, sabiendo qué teclas tocar en todo momento, cómo hacer y deshacer a mi antojo. Junto con un papel firmado que me ataba de forma fija a dicha empresa de motivos verdes triangulares, mi discurrir era cómodo y simple, sumido en una rutina basada en la reiteración de una actividad y el consecuente completo dominio de ésta. Vamos, mi vida era estable, tranquila, sencilla y confortable, había alcanzado un nivel que controlaba a la perfección, con el que podía ir tirando buenamente (como diría el amigo Eisen) y no tenía de qué preocuparme, todo estaba atado y controlado. Mi vida era cómoda y despreocupada, sumida en un remanso de paz estable. Qué poco podía imaginarme en esos días como, en tan sólo un año, iba a ver las cosas de una manera tan sumamente diferente a la visión inocente de esos tiempos. No podía imaginar que iba a aprender, por las malas, una frase que ya en sus primeros días de protagonismo en mi vida mi mejor amiga Nekoi iba a hacer mítica: "No es bueno estancarse".

El terremoto que sacudió los cimientos de mi apática comodidad fue el día en que, inesperadamente, mi mujer perdió su trabajo en el mismo centro comercial de la empresa de motivos verdes triangulares que antes he mencionado. De forma inesperada, como un jarro de agua fría que te cae y no sabes de dónde te ha venido, la Srta. Keiko se vio forzada a abandonar su puesto de trabajo de forma definitiva. A partir de ahí, la armonía que teníamos, la posibilidad de ir y venir juntos, de tener las mismas vacaciones, se perdió. Poco después, el ambiente de incomodidad, nerviosismo y tensión que ya venía asomando la cabeza tímidamente unos meses antes pareció estallarnos en la cara a tod@s cuando, se forma oficial a través de los medios de comunicación, se hizo oficial el comunicado: "Señores, nuestro país está en crisis". Fue cuando comenzó la caza de brujas del trabajador, y mucha gente comenzó a perder su empleo como su el efecto dominó se hubiera apoderado del mundo laboral. Un ambiente de cambio, un caldo de cultivo ideal que fue envenenando el ambiente que regía mi centro comercial y que desembocó en algo que nadie esperaba que sucediera de forma real: una vez pasada la vorágine navideña, la orgía de ventas y consumismo, la sección a la que yo pertenecía en aquel centro comercial de la empresa de motivos triangulares verdes desaparecía, dejándonos a mí y a mis compañeros con un futuro incierto. Durante el tiempo que estos hechos se fueron gestando, un sentimiento de confusión y descontento fue creciendo en mí, al principio sin darme cuenta, como un susurro que me hablaba a ratos sueltos, para después convertirse en una voz que enérgicamente me gritaba: "¿Pero qué estoy haciendo con mi vida? ¿Es este el camino que realmente quiero seguir?".

Movido por esas dos preguntas y en base a todo lo vivido y acumulado hasta entonces, mi mente comenzó a tramar una estrategia, un plan a seguir para lograr escapar de este mal ambiente. Me encontraba perdido, desorientado, Dazed and Confused (como la canción de Led Zeppelin) sin saber bien qué hacer, hasta que mi querida Nekoi me hizo una pregunta que hizo que viera la luz: "¿Y por qué no te pones a estudiar algo que te guste para cambiar de actividad?" Simple y efectivo, tan sumamente obvio que no sé cómo no se me había ocurrido antes. "Estudiar"... Una palabra que muchos años atrás utilizaba con mucha frecuencia, y que en esta etapa madura había caído completamente en el olvido. En ese momento me di cuenta de todo: había estado metido en una espiral de rutina y conformismo que me había limitado a mí mismo a estar metido en esa actividad, sin plantearme qué podría pasar si algún día esa tranquilidad se veía perturbada o modificada, sin pensar en tener un as en la manga por si todo mi mundo se derrumbaba. Me había acomodado, me había estancado, y no me había preocupado de ir "más allá" para tener alternativas. Y eso me estaba pasando factura, viendo cómo mi mundo había cambiado y cómo la motivación que antes me hacía ir adelante había desaparecido.

Pero no era tarde... Aún se podía producir el cambio...

Tras analizar la situación, realmente decidí que volver a estudiar podía ser la mejor solución, la llave de acceso a un mundo que no se acababa fuera de los dominios de la empresa de motivos verdes triangulares, sino que empezaba ahí. Medité durante muchos días, pensé qué opción tomar y analicé concienzudamente mi realidad en base a los factores económicos, sociales, estudiantiles, temporales, etc. Y con mis constantes vueltas de tuerca al asunto sumados a la maravillosa ayuda de un grupito de personas que habían aparecido en mi vida en esa época de crisis laboral para guiarme como un faro guía a un barco en la noche, tramé y tracé mi plan hasta que ya lo tuve claro: a mi edad, cuando ya parecía que el "cole" y los "libros" habían quedado como un recuerdo lejano, iba a volver a estudiar. Y lo iba a hacer por la puerta grande, la puerta de la Universidad. Yo que en su día no hice la Selectividad porque ninguna carrera me llamaba la atención, que creía que la Universidad no era condicionante para la vida laboral de una persona, que había conseguido una estabilidad laboral que podía durar todo lo que yo quisiera, iba a retomar los estudios en el punto en el que se quedaron (y nunca debieron quedarse). Al principio me inundaron los miedos, tanto a la incertidumbre del cambio como a pensar si realmente estaba tomando la decisión correcta dada mi edad, pero nuevamente el grupo de personas que tanto me han ayudado estaban ahí para disipar mis temores y para animarme a seguir adelante sin que perdiera la esperanza.

A partir de ahí todo fue hacer una valoración de mis posibilidades para escoger una opción que me resultase satisfactoria. Y tras estudiar muchas opciones, al final escogí mi camino: iba a estudiar Información y Documentación, carrera que me resultaba muy interesante por temario y trayectoria, así como por tipo de trabajo; no en vano siempre he tenido una predisposición natural a saber organizar y a disfrutar haciéndolo. Mi camino estaba listo, ahora sólo bastaba con que empezase a andarlo. Poco después de escogerlo, mi realidad laboral durante los últimos años se esfumó completamente cuando me trasladaron de la sucursal oculta de la empresa de triangulos verdosos a la más grande y céntrica. Allí sufrí muchos cambios, algunos me golpearon en la cara poderosamente, otros resultaron no ser tan malos al principio como parecían y otros resultaron ser peores de lo esperado cuando los conocí. Pero ya no importaba: mi plan estaba tramado, mi as en la manga estaba bien guardado para ser utilizado. Y yo tenía un nuevo objetivo en mente.

El tiempo siguiente fue transformar la teoría en práctica, y aunque tenía mis dudas de si podría acceder o no, al final se demostró que no tenía de qué preocuparme: accedí sin problemas, "sobrado" diría yo, y a partir de ahí hice los trámites pertinentes, recopilé información, visité el que será un sitio importante para mí en los próximos años, rellené papeles, presenté documentos, conseguí la carpeta del poder :oD y, en definitiva, pulsé el Start para que empezase a funcionar mi plan: A efectos prácticos, ya era universitario. Ahora sólo había que esperar a que llegase la fecha señalada y comenzar una nueva etapa, un nueva capítulo de mi vida que seguramente iba a cambiar mi existencia por completo.

Y tal capítulo empieza pasado mañana, cuando el primer día de Universidad se inaugura y cuando los frutos del plan trazado durante meses comienzan a florecer: Damas y caballeros, a mi edad, cuando hace exactamente un año estaba con mi rutina diaria sin pensar en el futuro, voy a "volver al cole"!! Seguramente si mi yo actual visitase a mi yo pasado para decirle lo que me esperaba el año siguiente mi yo pasado se hubiera descojonado en su cara. "¿A la Universidad yo, con lo apalancado que estoy? ¡Tú estás flipando, hombre!" Y sin embargo, así es. Un año después todo ha cambiado. Y más que va a cambiar a partir de entonces. Todavía sigo con las cadenas de la empresa de triángulos verdes en mis muñecas, pero sé que es por poco tiempo. Noto cómo el viento cambia de dirección, como en el ambiente se respira la transición, y pese al miedo que produce la incertidumbre, sé que todo va a ir bien. Ahora sólo queda, como me dijo mi mejor amiga un día, "Aprovechar al máximo esta nueva etapa de tu vida". Y creedme, pienso hacerlo.

A Keiko, porque su despido me hizo plantearme que algo no iba bien.
A Nekoi, porque me hizo ver la luz cuando sólo veía oscuridad y me enseñó a no rendirme y a seguir adelante.
A Eisen, por sus constantes charlas y su apoyo a mi causa.
A Mashiba, porque él no veía el tema del cambio como un problema cuando yo sí que lo hacía.

Incluso a ti, Secta del Triángulo Verde, porque si no fueras tan descaradamente estafadora seguramente much@s seríamos meros títeres en manos de tus abusos, muñecos sin voluntad que acatarían todas sus órdenes pensando que el mundo acaba en ti, cuando realmente empieza fuera de ti.

Here I Go Again...

jueves, 13 de agosto de 2009

LOVE IS...

Se dice que las tres cosas que mueven al mundo son el dinero, el sexo y la muerte. No obstante, creo que en esta lista falta una de ellas, una muy importante: el AMOR. Y con amor no quiero decir cuando dos personas se enamoran, empiezan a salir juntas y todas esas cosas (todas esas chorradas, que diría alguien que yo me sé), me refiero al sentimiento de amor en general, al se le puede tener a un padre, una amiga, un animal... El amor como concepto global, aunque entonces quizá la palabra más adecuada sería la de sentimientos, los vínculos que se crean entre tod@s y cada un@ de nosotr@s.

El amor es algo que mueve montañas. Es capaz de hacer posible lo imposible y es una fuente de energía positiva inagotable. Por un sentimiento de verdad hacia otra persona uno es capaz de tirar adelante sea como sea, de superar todas las dificultades y de aguantar todos los males. Es un arma poderosa, de eso no hay duda, pero un arma de doble filo, un arma que puede acabar agrediendo a su portador de la manera más despiadada posible. Ya lo decía Alice Cooper en una canción de su álbum Hey Stoopid, "Sometimes Love's a loaded gun that shoots to kill", que quiere decir que "A veces el amor es una pistola cargada que dispara a matar" y creo que razón no le faltaba al amigo. Hay días en los que me levanto cargado de energía gracias al poder de los sentimientos, dispuesto a cualquier cosa, y sin embargo hay otros en lo que tengo una pérdida de fe increíble y me planteo si de verdad no estaríamos mejor sin esos sentimientos. Sé que puede sonar autista, pero hay muchas ocasiones en los que los sentimientos duelen tanto que a uno le gustaría ser como un robot, frío y sin emociones, sin esos vínculos que pueden llegar a ser tan fuertes que aniquilan. No sé cómo funcionaría una sociedad así, ya que el amor es uno de los principales motores de la humanidad; seguramente entonces no se nos podría ni considerar ni humanos. Y no digo que entonces seríamos animales, porque está más que claro que los animales tienen sentimientos (¿o acaso pensabas que cuando tu perro te mueve la cola al verte lo hace porque tiene un tic nervioso 0.o?).

Traiciones, decepciones, desengaños... Creo que tod@s hemos pasado por algo así alguna vez en la vida, y cuando se pasa se hace mal, se notan esos miles de cuchillitos clavándose en las entrañas del alma, cuando sientes que todo aquello que amabas, aquello en lo que creías no era tal y como tú pensabas y la realidad es totalmente distinta. Son esos momentos en los que digo que igual estaríamos mejor sin sentimientos. En esos momentos, cuando las emociones negativas te dominan, te sientes débil. Indefenso. Como si fuera otr@ el que maneja los hilos. Y yo particularmente ODIO sentirme así, débil e indefenso, con el alma totalmente desprotegida, sufriendo los impactos sentimentales una y otra vez. Es en esos momentos cuando nos sentimos enjaulados, como si nos agarraran y no nos dejaran ir, cuando en realidad lo que queremos es echar a correr y huir de aquello que nos hace daño.

"Huir de aquello que nos hace daño". No tener sentimientos para no sufrir sería equivalente a huir, tirar por el camino fácil, el indoloro, el que se supera sin esfuerzo. Ciertamente sería mucho más cómodo si fuéramos robots programados incapaces de sentir cariño o afecto por los demás, porque a veces ese cariño se nos puede volver en nuestra contra. ¿Pero nos sentiríamos vivos realmente? ¿Valdría la pena entonces todo el esfuerzo, el sacrificio, la lucha diaria? Por no hablar de cuando los sentimientos nos reportan candidez, seguridad, fuerza de voluntad y energía. Los buenos momentos. Aquellos en los que te sientes feliz, en lo que todo parece maravilloso y en lo que el corazón vibra con tanta intensidad que parece que quiera explotar y salir disparado del pecho. ¿Vale la pena dar de lado todos esos sentimientos por evitar los malos momentos? Es como el que quiere evitar tener una mascota por miedo a que se le pueda morir. Sí, se pasa mal al final, pero ¿y qué hay de los buenos momentos que se han vivido? Francamente no creo que una sociedad sin sentimientos, sin vínculos entre sí, sin amor, pudiera funcionar por si sola. Creo que dependería de un ente superior que la controlase y la hiciese moverse, por si misma sería un mundo estancado, sin posibilidad de avance.

Los sentimientos vienen en packs de dos, con su parte buena y su parte mala, y como todo donde intervienen los conceptos del bien y el mal, si quieres a uno tienes que quedarte con el otro, no pueden existir sin que esté el contrario. Desde el momento en que aceptas entrar en el juego, tienes que ser consciente de que a veces para pasarlo bien vas a tener que pasarlo mal. A veces para poder apreciar a una persona de verdad antes te habrá tenido que traicionar otra. Es bonito y triste a la vez, reconfortante e injusto, satisfactorio y doloroso. Pero es así, y por suerte o por desgracia, no se puede cambiar, ni quedarse sólo con la parte buena del asunto. Y es que aunque a veces duela, aunque a veces haga sangrar de rabia e impotencia, otras veces desprende chorros de luminosidad y positivismo sin igual.

Es lo que hay y así lo hemos de aceptar ya que, sin el amor, no tendríamos ese algo que nos hace ser tan particulares. No seríamos nosotros. No seríamos humanos. Aunque a veces me pregunto si no nos iría mejor sin ser así. Y es que aunque en los sentimientos los extremos están claramente delimitados, en la vida no impera el blanco o el negro; suele ser de un tono grisáceo, con sus risas y sus lágrimas.

miércoles, 12 de agosto de 2009

QUÉ POCO ME GUSTA AGOSTO!! `_´

Estamos en Agosto y suena un "Qué biiieeeennnnn!!!! :oD" por parte de la masa popular. Pero ahí está Shinobi "No More Mr. Nice Guy" Aoyama dispuesto una vez más a llevar la contraria e ir a contracorriente de la mayoría, justo como a él le gusta ^^

No me gusta nada el mes de Agosto. Es más, ODIO el puñetero mes de Agosto. Y no lo digo porque este año me toque trabajarlo (no es la primera vez que me pasa y, al menos mientras esté en La Estafa, no será la última), es que ni aún estando de vacaciones me gusta.

Por algún motivo que todavía desconozco y sigo sin explicarme, Agosto ha sido elegido por la humanidad (al menos esa parte de la humanidad que vive en este país) como el "mes de vacaciones por excelencia". ¿Y POR QUÉ, si puede saberse? ¿Qué tiene este mes que lo haga especial? Yo os lo diré: NADA. ¿Será que tiene cosas que no pasan en otros meses? Oh, sin duda, pero ninguna buena. Y lo digo habiendo pasado este mes desde las dos caras de la moneda, la del afortunado libre de su yugo laboral y la de esclavizado que tiene que ir a cumplir con su obligación todos los días.

Estar de vacaciones en Agosto es un asco, qué queréis que os diga. Siendo como es el mes en que toda la "manada" se va por ahí, vayas a donde vayas hay algo que nunca te falta: GENTE. Todo está masificado, y aunque acudas al lugar más alejado del monte, fijo que te aparece algún desocupado como tú por ahí. Lo de relajarse y encontrar la tranquilidad sin gente... Bueno, a lo mejor en Groenlandia o algún sitio así, aunque visto lo visto, quién sabe... Como es de suponer, si todo está masificado porque ante todo parece ser que al humano medio le mola moverse en mogollón (con todas sus ventajas: colas, caravanas, aglomeraciones...) luego se mete por en medio la otra parte humana que siempre se hace un hueco para resaltar: la económica. En Agosto todo está más caro precisamente por ser el mes de vacaciones clave, y los precios suben que es una barbaridad, con la coña de que es temporada alta. En compensación, los servicios suelen ser peores, y no lo digo por meterme con la pobre gente que está cara al público (yo soy uno de ellos) si no por todo lo contrario, defenderlos. Es normal que si tienen que hacer frente a un volumen de faena enorme los profesionales que nos atienden no puedan estar por nosotros todo lo que a nosotros nos gustaría y tengan que hacer filigranas para llevarlo todo adelante (porque seguramente sus explotadores jefes les habrán aumentado la faena, pero no la ayuda ni la remuneración). Pero bueno, si se quiere huir de la humanidad uno siempre se puede quedar en su ciudad y ver como ésta ha pasado a ser un desierto inhóspito, con todo cerrado creando una atmósfera de desolación. ¡Ni una cosa ni otra, hombre, que siempre nos vamos a los extremos! Para rematar, no sé cómo puede ser el mes de vacaciones por excelencia un mes en el que hace un tiempo tan chungo, cambiante y poco confiable. Porque los días de Agosto suelen tener ese resplandor en el cielo que no se sabe si hace sol, está nublado o ambas cosas al mismo tiempo, ese cielo grisáceo, apagado, casi sin fuerza. Por no hablar de las tormentas inesperadas y repentinas, aquellas en las que sacas la cabeza por el balcón y ves que hace sol, te vistes para salir y cuando estás en la puerta de tu casa, se nubla todo, se pone todo negro y cae un diluvio del copón. Sí, un mes ideal para alquilar un apartamento en la playa y que el clima te sorprenda con cosas como ésta, muy lógico, sí...

Y si estando de vacaciones este mes es un coñazo, estando trabajando ya ni os cuento. Primero está el factor psicológico de que, como es el mes por excelencia de vacaciones, tienes que ver cómo la mayoría de tus seres queridos están por ahí de cachondeo mientras a ti te toca pringar, aunque aquí uno tendría que pararse a pensar en la época en la que el que estaba de cachondeo era uno y eran sus seres queridos los que pringaban, pensamiento que no se nos suele pasar por la cabeza (somos así de egoístas y envidiosos los humanos). Los factores del tiempo y la desolación por cierre generalizado se repiten, pero aparte hay que añadirle el recorte de otros servicios importantes, como el de los transportes, porque como no olvidemos que estamos en el mes de vacaciones por excelencia, parece que todo el mundo está tocándose "ya-sabéis-qué", la gente no trabaja y en consecuencia no hay por qué poner los autobuses, metros y trenes de siempre porque no los va a coger tanta gente. Si ya de por sí es un rollo ir a trabajar, encima con dificultades añadidas. Dificultades a las que hay que añadir un clásico veraniego, acentuado especial en este mes: las obras. Y es que con la excusa de que en la ciudad no queda nadie, a nuestros maravillosos y lúcidos dirigentes siempre les da por jugar al Lego con la ciudad en Agosto, como si ésta fuera un puto taller de Bricomanía a lo bestia en el que "crear-parques", "ensanchar-aceras", "anular-paradas-de-bus", "arreglar-carreteras" o la variante que las engloba a todas, "tocar-los-cojones". Y encima ahora con lo del Plan E de los tamagos del gobierno ya... Tente al cubo!!

Total, un montón de factores se dan cita este mes, todos ellos para hacernos más difícil la existencia en este nuestro mundo. Pero bueno, ahí tenemos que estar aguantando como podemos y sobrellevándolo lo mejor posible, qué remedio :oD Total, no vamos a perder el humor tan fácilmente!! ^^ Menos mal que al menos para alguna persona (que no sé qué opinará en general del mes de Agosto) este año dicho mes le ha traído un regalo sorpresa a modo de "DREAM-COME-TRUE" y seguro que, al menos esta vez, lo va a disfrutar como nunca hasta el punto de quedarse grabado a fuego en su memoria. Desde aquí, un gran abrazo para esa personita ;o)

Por mi parte, miro el calendario y todavía estamos a día 12... No, si a ver, que en el fondo Agosto tiene algo que me gusta: cuando se acaba (curiosamente, lo mismo que mi actual trabajo :o)

martes, 11 de agosto de 2009

A VECES TE LLEVAS SORPRESAS...

Adoro los G.I. Joe. Desde bien pequeño han sido una fuente de diversión, entretenimiento, coleccionismo y pasión, todo a partes iguales. Un sentimiento especial por esos muñequitos que aún hoy dura. Desde que pudimos empezar a disfrutarlos aquí en España (de forma algo adulterada, como descubriría unos cuantos años más viejo XD ) he ido aumentando mi colección hasta niveles de los que hasta yo me sorprendo, viendo los infantiles y "panchiguanchis" dibujos, leyendo los GENIALES cómics de Marvel y montándome yo solo mis propias películas. Así que, como podéis imaginar, cuando hace ya unos cuantos meses me enteré de que los Joes iban a contar con su versión fílmica (¡POR FIN!), en plena época de hacer películas sobre temas frikiles para la gran masa para hacerles ver que esos personajes "para niños" de los que muchas veces se ríen en realidad MOLAN (cosa que los que siempre hemos estado ahí ya sabíamos), no pude contener mi entusiasmo... Hasta que vi las primeras imágenes. Ahí perdí bastante la ilusión por la susodicha película: mis Joes de siempre estaban MUY cambiados, con sus trajes negros a lo X-Men y su aparente estética poco militar. Sólo Snake Eyes, cuyo diseño se había respetado mucho (y encima en su mejor versión, la segunda ^^) parecía cumplir con las expectativas. "Ay, Dios" pensé "Ya están los de Hollywood haciendo lo que les sale de los $%&/ con los personajes y metiendo cambios sin sentido". Pero bueno, eran meras fotos "estéticas" que poco o nada tenían que decir sobre la película.

Pese a la decepción inicial, seguí el proyecto con bastante interés, pero conforme me iba enterando de más cosas, mi desánimo parecía hacerse más grande. Ya no sólo estaba el hecho de que Destro pareciera un jefe del Corte Inglés o que hubieran reutilizado el vestuario de los alumnos de Charles Xavier, si no que me iba enterando de "detallitos" argumentales, así como del plantel de personajes, que en general no auguraban nada bueno: personajes muy cambiados, notables ausencias y cambios sin base teniendo en cuenta el original. Pero bueno, aún así, movido por el sentimiento de simpatía hacia esos personajes, cada vez que me enteraba de algo nuevo estaba ahí investigando, a ver si ese nuevo dato era positivo.

Llegó el trailer, de duración breve y de contenido poco "G.I. Joesco", con unos saltos, piruetas y demás espectáculo más digno de los superhéroes que de unos personas "normales", así como escenas algo exageradas y unos trajes cibernéticos que hacían preguntarse a uno si eso eran la película de G.I. Joe o la de Halo. Mi desconcierto era cada vez mayor y mi fe la película cada vez menor, sólo consolado por unos Snake Eyes y Storm Shadow bastante bien adaptados a la imagen real. Eran mi clavo ardiendo al que agarrarme XD

Y así llegamos a la semana del estreno, cuando empezaron los anuncios por la tele y los pósters publicitarios, donde destacaba en exceso una Baronesa marcando culo en plan "vamos a poner una tía buena en el póster para atraer a la peña". Esto cada vez tenía PEOR pinta. No obstante, mi pasión por dichos personajes me hacía querer ir a ver la película, aún a riesgo de que se me cayera un mito y tuviera que mentar en Arameo a la $%&/ madre del $%&/ que dio vida a semejante engendro aparente. Mi instinto me decía "esto va a ser una estafa", aunque moralmente me sentía obligado a ver el largometraje.

Y así fue, ayer por la tarde fuimos Keiko y yo al cine de Vila, una con la mente totalmente limpia de influencia originales (no conoce nada del tema) y otro en plan "friki-comparativo-con-el-original" esperando ver el bodrio de su vida, la destrucción cinematográfica de uno de sus mitos de la infancia.

No obstante, a veces la vida te da sorpresas, y tal y como me pasó con la primera película de los X-Men hace muchos años... La película ME ENCANTÓ...

Ya sólo los cinco primeros minutos, tal y como estaban planteados, ya me gustaron, y cuando empezó la primera escenita de acción y tiros a mansalva le dije a Keiko "de momento no pinta mal, si sigue así igual hasta me gustará y todo". Y fue decir esto y quedar completamente enganchado a la pantalla. Durante todo su desarrollo no tuve ningún momento de aburrimiento, ningún momento sobrante, nada que me molestase o que avisase las llamas de aquel temor que me había acompañado todo esos meses anteriores. Todo lo contrario, disfruté MOGOLLÓN con los personajes, sus caracterizaciones reales, con su desarrollo trepidante e intenso, con sus escenas de acción brutales, exageradas, sí, pero MOLONAS ^^ Y sobre todo, como se imaginaran los que me conocen, con los momentos en los que Snake Eyes y Storm Shadow copaban el protagonismo de la película, yo totalmente emocionado!!!! :oD :oD

Cierto es que argumentalmente la película tiene muchas cosas que son muy diferentes al original en cuanto a los personajes y sus relaciones entre sí, y que la estética y la maquinaria están algo "futurizadas", pero aún así me pareció muy acertado el enfoque que le dieron, muy coherente con la historia que querían contar y muy dentro del contexto de la aventura (no como con Transformers 2, que tiene unas salidas de contexto cuando aparecen los secundarios graciosillos y la colección de "tías-buenas-que-no-pintan-nada" que...). Con esto no quiero decir que la película me parezca perfecta, ya que hay cosas con los personajes que si yo hubiera escrito el guión no hubiera hecho...

*ATENCIÓN, SPOILERS DEL COPÓN, EL QUE TENGA INTERÉS EN VER LA PELI Y NO SABER NADA DEL ARGUMENTO QUE PASE DE ESTE PÁRRAFO*

...Cierto es que la Baronesa no debería haber estado liada con Duke y ser "mala-porque-los-malos-la-obligan", que el futuro Comandante Cobra no tendría que haber sido el hermano de la Baronesa (y tendría que haber llevado su mítico traje militar con capucha), que Ripcord tendría que haber sido Stalker (aunque a Stalker no le pegue el carácter de "negro graciosillo"), que Heavyduty tendría que haber sido Roadblock (él es el "negro-cachas-con-metralleta-del-copón" original!!), que el Sgt. Stone (¿o-ro?) tendría que haber sido Flint, que Zartan tendría que haber sido más parecido a los cómics (o más estrambótico) y que Destro tendría que tener su cara de metal como una máscara y no como una piel de metal modificada genéticamente...

*SE ACABARON LOS SPOILERS XD *

Pero esas cosas son menores comparadas con el global de la película, un largometraje de acción espectacular, con escenas de esas que son míticas para ver en el cine (y no bajadas de Internet como harán muchos cutres `_´ ), personajes memorables y un ritmo de esos que te sumergen en la diversión y te hacen olvidarte de todo durante dos horas, que a fin de cuentas, de eso es de lo que se trata. Hasta la escena de París, con los saltos y los trajes Halo que tan mala pinta tenía en las fotos y los trailers, en el cine era GRANDIOSA, ESPECTACULAR y SUBLIME!! Y esos combates ninja entre Snake Eyes y Storm Shadow... (babaaaaaaaa cayendo).

Tal y como acaba la peli está más que cantado que pueden hacer una segunda parte, cosa que espero y deseo vista la primera, que no en vano aunque aquí ha llegado como G.I. Joe en el original tiene el subtítulo de "The Rise of Cobra" (El Alzamiento de Cobra). A ver si para la segunda nos regalan más dosis de acción de locura y espectáculo y podemos ver en acción a varios de esos míticos que por el momento se han quedado en el tintero (Flint, Lady Jaye, Jinx, Shipwreck, Gung-Ho, Firefly, los Dreadnoks, varios tipos de soldados Cobra...).

A veces la vida te sorprende y algo que crees que será un fracaso se convierte en algo mítico, así como por desgracia a veces pones las ilusiones y la fe en algo y ese algo te da un bofetón del copón en la caraa (¿eh, X-Men 3, Spider-Man 3 y Piratas del Caribe 3?). De momento yo sólo sé que YO, JOE!!! ^^

P.D.: Propuesta de guión para Transformers 3: en la primera escena aparecen los padres del prota, su compañero de la universidad y el tipo del FBI, juntos en un campo. Aparece un Decepticon del cielo, los pisa, los aplasta y mata y POR FIN se acabaron las salidas de tono, los chistes patéticos y empieza la película de verdad!! XD

martes, 4 de agosto de 2009

UN POCO DE AUTO-PUBLICIDAD XDDD

Estimad@s seguidor@s, esta vez toca una entrada breve sólo para dar a conocer a tod@s que ya dispongo de página de DeviantArt. Descubrí esta comunidad artística gracias a la Srta. Nekoi y su EXCELENTE trabajo como ilustradora ^^, y animado por ella y por el gran Eisen Sora hace poco creé una cuenta para poder publicar en la web una historieta que escribo en plan aficionado, D·R·E·A·M·S (come TRUE!!), así como algunos de mis antiguos dibujos relacionados con la historia. De momento la página es simple en cuanto a contenido, ajustes y todas esas cosas, pero bueno, ahora mismo estoy más interesado en ir colgado capítulos de la historia que de dejar una página hiper-currada, aparte que hay algunas cosas con las que todavía me lío al ser novato XD Sobre de qué va todo esto de D·R·E·A·M·S (come TRUE!!) evidentemente no será aquí donde lo explique; ya disponéis tod@s de una pequeña entrada de diario en la página de DeviantArt donde explico de qué va todo esto. Así que ahí queda, para todo aquel que tenga un mínimo de interés y un ratillo libre (o a la inversa), que se pase por la web, explore y deje algún comentario, que son bastante importantes para mí!! :oD

http://shinobiaoyama.deviantart.com/

Y después de ver mis intentos de dibujos, si de VERDAD quieren alucinar con ilustraciones bien hechas, que se pasen por el DeviantArt de Nekoi (Jenny, ya sabes que no puedo evitar hacer publicidad de tus maravillosos dibujos que ME ENCANTAN).

ENJOY!! ;o)

viernes, 31 de julio de 2009

DE SUEÑOS RECURRENTES...


Cuando la noche cae, normalmente tod@s caemos con ella y lo hacemos para adentrarnos en otro mundo, una realidad alternativa que convive que la nuestra y que, curiosamente, se encuentra dentro de nosotr@s mism@s: el fascinante mundo de Los Sueños...

Fascinante, tremendamente complejo y muchas veces carente de sentido, lógico y coherencia. Cuando soñamos, nuestra mente queda en "stand-by" y nuestros pensamientos corretean por nuestro cerebro sin control ni criterio, a su total libre albedrío, generando muchas veces experiencias inconexas, absurdas y que no guardan el más mínimo sentido. Teniendo en cuenta la naturaleza de los sueños, podríamos decir que esto es algo de lo más normal: nos dormimos, no somos dueños de las acciones de nuestra mente y todo lo que hay guardado en ella hace y deshace como le viene en gana, sin que estemos nosotr@s controlando en plan censor, dando forma a lo que tenemos almacenado. Así pues, es lógico que los sueños no sean más que un cúmul0 de cosas inconexas guardadas en nuestro "disco duro" que, al no pasar por el filtro de nuestra lógica, se organizan aleatoriamente cuales jugos e ingredientes en una coctelera. Pero, mis querid@s niñ@s, ¿realmente creéis que es así? ¿De verdad los sueños son estúpidos e ilógicos por naturaleza, o en el fondo esconden un mensaje oculto, una expresión de nuestras emociones (buenas y malas) más escondidas en el fondo de nuestro ser, que se manifiestan en toda su libertad al no sufrir nuestro dominio? Aunque quizá los sueños son reflexiones, incluso avisos, todos adornados con una aparente absurdidad que en el fondo no es más que una metáfora de nuestros sentimientos, vivencias, de nuestra vida propia.

No será en esta morada donde divagaremos sin cesar sobre qué postura de las anteriormente expuestas es la correcta ya que opino que ningun@ tenemos, en el fondo, la respuesta verdadera (o probada científicamente). Cada cuál que crea lo que le parezca, yo simplemente me limitaré a exponer mi criterio y algunas de las vivencias en ese mundo alternativo que me han hecho forjarme esa opinión. Y es que bajo mi humilde razonamiento, creo que la verdad es que los sueños sí tienen algún significado oculto entre ellos, como si nuestra cabeza nos quisiera decir algo pero no directamente, si no de forma sutil y misteriosa, para que seamos nosotr@s mism@s los que lleguemos a una conclusión. Creo que los sueños son metáforas, expresiones mentales que bajo la consciencia reprimimos, pero que cuando entramos en su mundo actúan de forma salvaje. Y es que ya lo dije una vez, la primera regla de los sueños (y las pesadillas) es que no hay reglas. Evidentemente puede que no todos los sueños estén cortados bajo el mismo patrón; seguramente más de una vez soñaremos cosas que realmente no quieran decir nada, pero serán otras veces cuando nuestra cabeza nos susurre desde su particular desorden, advirtiéndonos, aconsejándonos o simplemente haciéndonos disfrutar.

Lo curioso de los sueños es lo reales que pueden llegar a parecer. Cuando soñamos, para nosotros todo tiene lógica y sentido, todo es normal por muy absurdo que en el fondo sea, y parte de esa convicción creo que viene de que los sueños no son como una película que se ve, si no que es algo que se siente. Cuando estamos en ese irreal mundo, sentimos que somos parte de él, notamos emociones, sensaciones, oímos voces, vemos a nuestro alrededor. No miramos bajo los ojos de otro protagonista, nosotr@s somos los protagonistas. Y eso es lo que hace la experiencia más intensa, inmersiva y, a veces, peligrosa. Sensaciones agradables, como soñar que volamos y notar cómo realmente es así, cómo sentimos que flotamos, cómo el aire golpea con fuerza nuestro rostro. O soñar con un chic@ que nos gusta, y que estamos con él / ella, haciendo posible aquello que a lo mejor en la realidad no puede llevarse a cabo (y por favor, que nadie piense sólo en los mecanismos eróticos de los que nuestro cuerpo tiene que tirar de vez en cuando para cumplir con ciertas necesidades biológicas; estoy hablando de sentir amor en sueños. Aunque, evidentemente, los sueños sensuales son otra vertiente bastante jugosa...). Sí, es maravilloso cuando soñamos algo placentero y notamos que esa fuente de placer existe (en nuestro sueño), y aunque a veces nos despertamos y pensamos "qué lástima, sólo era un sueño" otras veces la sensación nos hace levantarnos de muy buen humor.

Pero...

¿Y qué hay de cuando topamos con la otra cara de la moneda? ¿Cuando soñamos algo desagradable, algo que nos hace sufrir y pasarlo mal? Entonces los sueños ya no son tan bonitos y bucólicos, entonces es cuando entran en juego Las Pesadillas. Nuestros mayores temores, nuestros peores enemigos, todos se cuelan en nuestra parcela de desorden mental particular y tornan la experiencia en algo incómodo, angustioso y a veces aterrador. Aunque a veces lo peor no es tener estos sueños, si no sentir esas experiencias negativas, vivirlas como si realmente estuvieran pasando. Recuerdo haber soñado (porque creo que no existe el término "pesadillado", que sería más conveniente) con la muerte de un ser querido, y ser tan real la sensación de que esa persona nos había abandonado que, pese a después despertar y decir "¡Menos mal, sólo era un sueño!", levantarme con una sensación negativa en el cuerpo y tardar esta en irse un buen rato. Curiosamente en las interpretaciones de los sueños se dice que cuando soñamos con la muerte de un ser querido, en realidad le estamos "alargando la vida". ¿Ironía o una forma de disfrazar algo desagradable para que nuestra psique esté más tranquila? El que no se consuela es porque no quiere...

Como tod@s vosotr@s, estimad@s seguidores, he tenido infinidad de sueños, algunas maravillosos, otros asquerosos, unos vibrantes, otros deprimentes, unos cuántos cómicos, otros excitantes... Pero de entre todos ellos, hay uno que me ha impactado de forma especial: El Sueño Recurrente. Aunque es un sueño, en realidad han sido muchos sueños iguales, o el mismo sueño repetido una y otra vez, en diferente contexto, pero conservando su esencia. Y lo que me intriga / preocupa / molesta es precisamente esa recurrencia, ya que se trata de algo que cada X tiempo vuelve conmigo, como si quisiera recordarme algo. Padezco dicho sueño de forma cíclica, cuando menos lo espero lo vuelvo a tener, y aunque cada vez es diferente en su ámbito y desarrollo, su idea principal siempre está ahí y se repite, provocándome una sensación de angustia en el mundo de los sueños y de intriga en el mundo real.

Aparezco en un coche, sentado en el asiento del copiloto. Conmigo va la persona que conduce y normalmente alguien más en la parte de detrás, aunque no suelo recordar quiénes son estos últimos. Vamos por un camino de montaña, una carretera sinuosa de curvas, con giros pronunciados (tipo la carretera de las Costas del Garraf). El que conduce va a toda velocidad, tomando las curvas de manera brusca y rápida, y yo siento esa velocidad como algo negativo. "Frena un poco, que a mí estas curvas me dan algo de miedo", digo siempre. "Tranquilo, no pasa nada", me contestan siempre, y el trayecto continua hasta que en una curva, súbitamente, el conductor pierde el control y la fuerza de la velocidad hace que el coche salga de la carretera, lanzándose al vacío de un gran acantilado. Al momento, el miedo se apodera de mí y de mis acompañantes, noto cómo nos caemos, veo cómo gira el paisaje a nuestro alrededor y pienso "Voy a morir", y acto seguido vuelvo a pensar "Y esta vez no es ningún sueño, esta vez es de verdad". Al momento todo termina, y no sé deciros si al final muero o no, ya que supongo que si realmente lo hago no soy consciente de ello (no puedo ser consciente de mi propia muerte, se supone). Y esta esencia, atormentadora, se repite como un bucle cada cierto tiempo en mi vida. Unas veces es en una montaña, otras veces en una carretera costera, unas veces conduce mi padre, otras veces un amigo, unas veces caigo al vacío, otras veces al agua y noto como el mar me engulle, pero la idea siempre es la misma. Y no sólo esto, también la sensación, tan real e intensa que me hace pensar dentro del sueño que no es ningún sueño, que otras veces sí fue un sueño, pero que la actual no lo es.

Y es que me preocupa e incomoda el sueño y su realidad, pero me intriga y molesta que tenga que repetirse cada cierto tiempo, como si fuera un mensaje oculto, una advertencia o una llamada. ¿Qué es lo que quiere decirme mi propia cabeza, que tiene que utilizar este mensaje cifrado para darme el aviso? Evidentemente descarto el sueño premonitorio, tipo de sueño que ahora que pienso no he mencionado y en los que no creo para nada, ya que creerlos implica creer que el destino ya está escrito y esa es una idea que no me resulta lógica ni creíble. Vamos, que no veo este sueño como "en un futuro me mataré en un accidente de coche de esta manera". Mi querida amiga Nekoi (a la que mando un grandioso beso allá donde está ahora, haciendo realidad un sueño ^^) me dice que este sueño y los relacionados con coches y conductores simbolizan el rumbo de la vida, queriendo decir que si vamos en un coche y no conducimos nosotros es que nuestra mente expresa que la dirección de nuestra vida la llevan otras personas / decisiones y no nosotros mismos. ¿Quiere decir eso que mi mente me advierte de que no soy dueño y señor de mis vivencias y que, de seguir así, voy a acabar "estrellado"? Quién sabe...

Curiosamente, la última vez que tuve este sueño recurrente algo cambió. Todo empezó como siempre y tuvo el desarrollo de siempre hasta la parte en la que pronuncié mi queja al conductor por su exceso de velocidad y la peligrosidad que eso implicaba. A partir de ahí, el conductor me volvió a decir que no pasaba nada, que estuviera tranquilo, pero esta vez sí que realmente aflojaba la marcha, tanto que daba la sensación de que hasta un abuelete con bastón nos podría adelantar andando. Pero al final llegábamos tod@s sanos y salvos al destino. De la misma manera diferente, esta vez sí que recuerdo a los integrantes del coche, y recuerdo haber estado con mis amigos Nekoi, Mashiba y Keiko. La nota cómica y surrealista la puso el conductor, que no era otro que el tenista Rafa Nadal XDDDD (¿Y qué pinta este buen hombre en mi sueño, cuando a mí no me gusta el Tenis? Es un sueño, tiene que ser absurdo...). Fue reconfortante porque esta vez la cosa, por primera vez desde que tuve este sueño, tomaba un rumbo diferente y acababa bien. ¿Será una expresión del cambio que pronto sufrirá mi vida a nivel laboral / estudiantil y cómo mis nuevos amig@s han intervenido para que se produjera tal cambio? Aunque de ser así faltaría el gran Eisen, pero repito lo mismo: es un sueño. No tiene por qué ser coherente... Desde entonces aguardo a ver cuándo volverá a ser la próxima vez que tenga ese enigmático sueño, si es que lo vuelvo a tener otra vez, y cómo se desarrolla esta vez, si siguiendo la pauta tradicional o tomando el nuevo giro de la última vez.

Estoy cansado. Y por lo que observo, tod@s vosotr@s, mis apreciad@s infantes, también lo estáis. Ha llegado la hora de ir a cama, así que descansad y tened dulces sueños... O no...